martes, 26 de febrero de 2013

Baja laboral de larga duración.


Con un Real Madrid al borde del abismo, el F.C. Barcelona ha demostrado, una vez más, que su instinto asesino es más bien escaso.

El Barça no ha entendido que las variantes tácticas son compatibles con el sacrosanto estilo de juego y que, cuando la curva de rendimiento diseñada para tocar fondo físicamente en febrero, coincide con compromisos de mayor entidad de lo previsto a principio de temporada, es factible introducir algún golpe de efecto capaz de contrarrestar las armas de equipos físicamente superiores que, además, comienzan a saber de memoria como afrontar la posesión blaugrana.

Evidentemente, todos podemos ejercer de técnicos virtuales en las redes sociales. Las decisiones reales, las que cuentan, debe tomarlas, sin embargo, el director técnico de cada equipo. Y un equipo de élite, como es el F.C. Barcelona, acostumbra a tener un único y cualificado primer entrenador.

Por los motivos que todos conocemos, esta temporada el Barça no puede contar, desgraciadamente, con su  único y cualificado primer entrenador, y pese a que la propia inercia de un equipo ganador pareció enmascarar en los primeros momentos de ausencia la dura realidad, esa realidad se está mostrando con toda su crudeza en el peor momento posible.

Porque aunque la Liga esté ganada, quedar eliminado por tu máximo rival en una competición como la Copa y afrontar con una importante desventaja un cara o cruz ante un incómodo adversario en Champions, convierte lo que podía ser otra temporada histórica, en una buena temporada a secas... muy a secas.   

Todos esperamos el regreso del titular del banquillo del Barça confiando en su total recuperación. Pero algunos nos preguntamos, ahora probablemente con cierto ventajismo, si la solución adoptada por el club para cubrir una baja laboral de larga duración ha sido la más acertada.

Y es que, por ejemplo, que en una semifinal en la que era importante adelantarse en el marcador, se haya echado mano de los revulsivos en forma de artillería cuando lo que hacía falta entonces era evitar una goleada histórica, puede hacer pensar a más de uno.

O tal vez no.

2 comentarios:

  1. No creo que sea la hora de criticar la actuación del club respecto a la enfermerdad de Tito, pero sí criticar que no se haya sabido evoluciona una idea futbolíctica que comienza a estar caducada. Hace falta innovar a lo grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo le doy gracias a Dios por los años que el Barça me está haciendo vivir, le doy las gracias a las madres de Ronaldinho y de Messi por haber parido a sus hijos, le doy las gracias a Laporta y a Rosell por las cosas que hayan hecho bien... y apoyo al Barça siempre.
      Pero a toro pasado, con la ventaja injusta que da ver lo que ha pasado, critico no haber vendido antes a Ronnie y a Deco, critico los fichajes de Keirrison y Henrique, creo que Chigrinsky e Ibrahimovic fueron fichajes mal planificados, me cago en la guerra entre Laporta y Sandro y si, ahora, que es muy fácil, critico la gestión que se ha hecho de la baja de Tito.
      Criticar es reconocer lo que se ha hecho mal.
      No critico a Tito, y menos aún a Roura. Pero una baja en un puesto como el de Tito, no se cubre a base de WhatsApp.
      Sé que soy oportunista, pero es como lo veo.
      Ahora toca apechugar y animar a muerte para ganar en el Bernabéu, superar al Milan, acabar de ganar la Liga e intentar ganar la Champions.
      Es como lo veo.
      Un saludo.

      Eliminar