viernes, 26 de abril de 2013

El sueño de su vida.


El gris tiene muchos matices y tiende a invadir aquello que parece blanco impoluto o negro impenetrable.

Desear lo mejor para Tito Vilanova no significa defender, contra cualquier argumento, que siga viviendo el sueño de su vida. Porque el sueño de su vida, entrenar al F.C. Barcelona, conlleva una serie de tributos que no son de fácil cumplimiento.

En los pocos meses en los que Tito ha ocupado el banquillo del Barça, ha demostrado sobradamente su capacidad para manejar una responsabilidad de tan alto voltaje. Pocos discuten su preparación para llevar las riendas de un grupo de jugadores de élite. Con todo lo que ello comporta.

Pero uno de los deberes irrenunciables del entrenador del mejor equipo del mundo es el de controlar de primera mano, en persona, todos los aspectos relacionados con el grupo y con el entorno. 

Es evidente que todos estamos sometidos a la posibilidad de sufrir un repentino problema de salud o a un accidente. Es la vida. En las posiciones estratégicamente más importantes, es bueno cubrirse las espaldas y jugar sobre seguro.

Ojalá Tito esté en condiciones de cumplir esa exigencia. Si es así, adelante. Él lo afirma. Le creemos. 

Si no es así, el Barça es muy grande y ofrece posibilidades de crecimiento profesional más allá del banquillo.

El sueño de tu vida es muy importante. El sueño de millones de seguidores también.

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